De lo profundo rugió
Y el lamento creció
De un país que miró
A sus hijos morir
Por tratar de vivir
Imposible seguir
Excavando hasta el fin
Un domingo a las dos
La tierra se estremeció
Con sonoridad retumbó
Sus vidas apagó
Trabajando por vivir
Arriesgando todo hasta el fin
El dolor de seguir
Y ver sus padres morir
En la oscuridad se oyó
Un estruendo de horror
Bajo tierra dejó
Un inmenso dolor
Lamentos de mineros
Que su vida perdieron
Luchando por vivir
Muriendo por vivir
Y los niños sin padre
Que esa tragedia dejó
Y el llanto de las madres
Que a aquél estruendo siguió
Cruel, implacable
La tierra se mostró
Al marido, al padre,
al hermano, al hijo, tragó
Fue ese último rugido
Que sus lamentos calló
Al saberse perdidos,
No volverían a ver el sol
Y la tristeza invadió
El corazón de sus deudos
Ahora del minero quedó
Solamente el recuerdo….
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